Quiero compartir contigo una boda muy especial, la de Nuria y Pedro, que celebraron su gran día en el corazón de la capital, en el emblemático Hotel Mayorazgo de Gran Vía.
Preparativos con vistas a la Gran Vía
El día comenzó con los nervios y la emoción de la novia. Nuria se preparaba en una de las habitaciones del hotel con vistas a Gran Vía, rodeada de sus mejores amigas. La habitación era espectacular no solo por la terraza del centro si no por los detalles, la amplitud y la luz que entraba. Eso siempre ayuda a que la fotografía sea más natural y que no haya distracciones que puedan quitar protagonismo a la novia. Mientras tanto, en otra habitación, Pedro terminaba de preparar los últimos detalles.
Una ceremonia diferente
La ceremonia se celebró en la terraza del hotel, decorada con un estilo cálido. Nuria entró radiante, con un vestido exclusivo y que se adaptara a sus gustos. Todos los detalles estaban pensados para que reflejaran la personalidad de la pareja. Para el rito eligieron uno mucho menos conocido que el de la arena. El ritual de la cerveza. Que consiste en unir en una misma jarra los dos tipos de cerveza (la que más le guste a cada uno) y luego beben esa nueva mezcla como símbolo de su unión.
La sorpresa de los amigos y familiares
Pero la sorpresa más original llegó después de la ceremonia. Sus amigos y familiares les habían preparado un regalo muy especial: un paseo por Madrid en una furgoneta morada. Antes de la boda, estuve hablando con la persona encargada de darles el regalo para saber con antelación el tiempo que tendríamos para las fotos de pareja y que disfrutaran del paseo antes de llegar al banquete.
Cuando me lo contó, me encantó la idea!! Me parece un plan diferente y que no esperaban para nada. A ellos les fascinaba ese modelo en concreto y es su sueño tener una furgoneta así para poder viajar juntos por el mundo. Mientras recorríamos las calles del centro aún estaban sorprendidos y emocionados por la experiencia. Al parar cerca del Palacio Real, el conductor les ofreció una botella de champán para brindar por su nueva vida de recién casados y ahí en un ambiente relajado, aprovechamos para sacar las fotos de pareja.
Baile y celebración
De vuelta al hotel, todos les esperaban en el salón para disfrutar de la cena. Después, la fiesta comenzó con un primer baile de recién casados y siguió con un photocall de una furgoneta (como no) que habían diseñado ellos mismos.
Si buscas una fotógrafa para capturar cada instante con naturalidad y emoción, estaré encantada de acompañarte en tu gran día. Porque las mejores historias merecen ser recordadas para siempre.